Creo que todo lo que hacemos nos lleva tiempo, dedicación. Aunque nos guste o no. Sin embargo, cuando hacemos algo que nos gusta, seguramente lo hagamos más rápido, o la percepción sea que nos llevó menos tiempo: “esta hora voló”. ¿Te pasó?
Es importante poder identificar cuáles son aquellas cosas que nos cuesta hacer, y felicitarnos o premiarnos cuando las hacemos a modo de incentivo ¡A mí me funciona! Para encararlas con otro entusiasmo.
Vivir en automático, parece fácil, porque una vez que enciendes el piloto automático para lo que no te gusta, o te acostumbras a algunas cosas con las que no estás de acuerdo (sea el clima laboral, el lugar en el que vives, cómo vivís), el tiempo pasa y sin darnos cuenta, asumimos que estamos “viviendo”.
Hay personas dispuestas a despertarse, viven más conectados y conscientes y buscan diferentes caminos. A veces se hace “más cuesta arriba” porque obviamente no es fácil donde salir de nuestra zona de confort y conocida.
Un #consejo que creo funciona es ponernos pequeñas metas y objetivos para la semana. De esa forma vivenciamos de un modo más consciente, nos hacemos cargo, y elegimos que sí hacer y que no. O qué, de lo que no puedo evitar, lo hago y me premio con algo por haberlo hecho.
Si te cuesta hacer el ejercicio diario, y lograste salir a hacer la caminata toda la semana, entonces felicítate comprándote algo lindo, o celebrando con alguien querido, o mirando la serie que tanto te gusta, en honor a ese logro.
¡Porque los logros hay que festejarlos, más aún si estas en esa búsqueda de salir de tu estado de confort! Nadie lo va a hacer por vos.
Por más pequeño que sea el logro felicítate; eso te va ayudar a valorarte, quererte cada día un poquito más
Acordate que todo empieza por uno mismo. De adentro hacia afuera.
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