Si así es, todo tiene un comienzo y un fin, el día comienza y termina, las series que miramos tienen un primer capítulo y un último. Los trabajos, un viaje, muchas veces el lugar donde vivimos, una cena…y un montón de otras cosas
A veces las relaciones también llegan a su final, por el motivo que fuera, los vínculos de pareja, las amistades, las laborales.
Y el punto sobre el que quiero hablar hoy, es justamente ese, cómo terminan nuestras relaciones…
Considero que muchas veces el final es un poco el reflejo de cómo fue ese vínculo en el tiempo, si hubo respeto y armonía, seguramente pueda darse un desenlace armónico y respetuoso…pero muchas otras veces no. Algunas reacciones o actitudes de la otra persona pueden tomarnos por sorpresa, desconcertarnos…
Creo que el aprendizaje esta en cómo manejamos nosotros la decisión del otro, como tal, ya que en realidad no hay nada que podamos hacer para cambiar el mundo “allí afuera” de mi.
Esto me hace pensar una vez más que ante estas situaciones de poner fin a una relación, lo mejor es poder hacerlo con amor. No necesariamente amor por esa persona, sino amor por el vínculo, porque las acciones que tomemos en esa desvinculación seguirán con nosotros, con nuestro interior.
En una desvinculación laboral, si llega el momento en que no quieren seguir trabajando con vos, que puede pasar, el aprendizaje estará en cómo te lo tomes y la actitud que tengas frente a esa decisión. Podes hacer juicio, hablar mal de esa empresa etc, pero eso se va con vos, en tu mochila. Entonces ¿qué es lo mejor para cada uno?
Insisto, vivir en armonía y tomar acciones que acompañen y contribuyan a eso.
Lo que hoy te propongo es que si estas transitando una separación, un divorcio, una desvinculación lo hagas con todo el amor de mundo y gratitud por lo vivido, porque esa persona que hoy decide no seguir en esa relación, seguramente en algún momento te dio algo lindo que hizo que hoy estés en el lugar en donde estas.
Y si tuvo actitudes malas durante el vínculo es asunto del otro. En todo caso, recomiendo evaluar qué camino tomar y buscar que sea un sendero en el que, aunque cueste transitarlo, encuentres flores, con aroma y buen perfume, y no un camino de piedras y oscuridad.
